

De esta forma hemos recorrido y constatado la
navegación desde Plasencia hasta la desembocadura del río Jerte con el Alagón,
en Galisteo, 27 Km
aguas abajo, tramo amparado en los permisos de la Confederación Hidrográfica
del Tajo.

Escarmentado por los naufragios de la salida anterior
por el Jerte, imaginándome bocabajo, inmerso a menudo bajo un firmamento de arena y algas sobre
mi cabeza, allí donde mi brazo busca desesperadamente el tirador rojo del
cubrebañeras, acobardado por la incertidumbre de quedar atrapado bajo las
ramas de viejos olmos caídos, no hacía otra cosa que tratar de disuadir a
mis compañeros de travesía para irnos a otros cauces
más predecibles. Pero no lo logré.
-¡Allá vamos!, esta vez con los kayaks neumáticos. -
¡Al menos son más estables!.
Embarcamos en un precioso remanso del
río dejándonos vencer por la tímida corriente, con el traqueteo lejano y cadencioso de los coches al atravesar las juntas
de dilatación del puente de la E66.
Enseguida el rugido del agua va ganando intensidad, un primer rápido lleno de grandes piedras nos acecha, trazamos
un zigzag buscando el mejor trayecto entre dos rocas para no empezar bocabajo
este descenso.

Superado con éxito este inconveniente, encadenamos una serie de
tramos tranquilos donde aprovecho para serenar también mi maltrecho ánimo.

Pronto comienzan las estrecheces, más bien las
penurias. -¡Estoy mayor!, lo reconozco al relatarlo.
Las copas de los árboles oscurecen el río y los
arbustos dejan el hueco justo para reverenciarte ante ellos, como prueba
de sumisión. Algunos incluso, te golpean, te miran mal y te zarandean para que
desistas. Además, y no por casualidad, sino por simple física de fluidos, el
agua se confabula y se encajona con desprecio, hasta el punto que oyes como te
alza la voz. Dejas entonces de remar, y con la pala del remo en posición de
ataque apartas las ramas de la cara, pareciendo más un Quijote fuera de lugar
que un intrépido kayakista.


De vuelta a la serenidad del río nos recreamos observando una naturaleza sosegada, donde una bandada de ánades comunes se eleva extrañada por nuestra presencia. Un centenar de metros más adelante, son las garzas las que rompen el silencio del Jerte aleteando perezosamente desde las ramas más escondidas. Por detrás, un solitario azulón nos adelanta en vuelo rasante, y sin cambiar su trayectoria aguas abajo, se pierde haciendo destellar su plumaje metálico.
En estas observaciones "Zen" estábamos, cuando de nuevo
vemos brillar la lámina de agua, preludio de probables naufragios, y que solo la
pericia y la suerte los evitaron.
Durante todo el trayecto esta era actividad principal,
palear plácidamente en los remansos y tratar de salir a flote en los virajes del
río con ramas por sombrero y telarañas de velo. De tal manera, que dentro del kayak llevábamos
más polizones que Noé en su arca. Toda clase de insectos, en especial arañas y
opilones, que a su pesar se convirtieron en emigrantes accidentales,
-¡Cómo se agradece el neopreno!. Pese a lo incómodo
que resulta llevarlo, al caer la tarde, caen también los kamikazes mosquitos tratando de acabar con los navegantes.

Tres horas más tarde el Gps nos indicaba que el puente
de Carcaboso se encontraba a vuelta de esquina, y así fue, con gran alegría
para todos nosotros.

LUGARES DE INTERÉS
CARCABOSO:
Parque de Miliarios
Situados a la parte derecha de la Iglesia y en el que se pueden ver MILIARIOS que se han encontrados en el término del pueblo.
Situados a la parte derecha de la Iglesia y en el que se pueden ver MILIARIOS que se han encontrados en el término del pueblo.
Un miliario es una columna que se colocaba
en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada
mil passus (pasos dobles romanos) es decir, cada milla romana equivale a una distancia de aproximadamente 1.481 metros .
Iglesia
En el pórtico de la Iglesia se pueden presenciar dos columnas miliarias, de la época de los emperadores Trajano (98-117) y Adriano (117-138), contemporáneos a los Santos Mártires patronos de la población.
Centro de interpretación de la calzada romana y ruta Jacobea
Abierto al público hace tan solo unos meses y que cuenta con documentos impresos para informar al Peregrino en su camino a Santiago, maquetas e información sobre la VIA DE LA PLATA.
Ayuntamiento
Situado en la Carretera de Valdeobispo nº 1.
Iglesia
En el pórtico de la Iglesia se pueden presenciar dos columnas miliarias, de la época de los emperadores Trajano (98-117) y Adriano (117-138), contemporáneos a los Santos Mártires patronos de la población.
Centro de interpretación de la calzada romana y ruta Jacobea
Abierto al público hace tan solo unos meses y que cuenta con documentos impresos para informar al Peregrino en su camino a Santiago, maquetas e información sobre la VIA DE LA PLATA.
Ayuntamiento
Situado en la Carretera de Valdeobispo nº 1.